La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte sobre la posibilidad de que la próxima pandemia no sea desatada por un virus o bacteria, sino por un hongo. Específicamente, predice que para 2050, las muertes provocadas por patógenos resistentes a los antimicrobianos, incluyendo hongos, se convertirán en una de las principales causas de mortalidad a nivel mundial.
El doctor Leftherios Mykonalis, jefe del departamento de medicina e infectólogo del Hospital Houston Methodist, explicó a NotiPress que los hongos evolucionan a lo largo de los años. Durante milenios se han adaptado para vivir sobre o dentro de insectos, lo que representa una amenaza potencial para los seres humanos.
Actualmente, más personas están inmunodeprimidas debido a tratamientos médicos avanzados, como trasplantes y terapias contra el cáncer, haciéndolos más susceptibles a las infecciones fúngicas. Además, la pandemia de COVID-19 destapó el problema, con más de 45 mil casos de infección fúngica secundaria solamente en la India en 2021.
«Es notable cómo nuestra inmunidad innata es capaz de combatir las infecciones fúngicas, pero si estás inmunodeprimido e inhalas esporas de Aspergillus, pueden causar una enfermedad devastadora», apuntó el doctor Mylonakis.
Recientemente, en una fábrica de papel en Michigan, Estados Unidos, estalló un brote de blastomicosis demostrando este cambio de paradigma. Un total de 118 trabajadores resultaron infectados, algunos de ellos con síntomas graves, incluso con hospitalización y una muerte. Este tipo de infecciones fúngicas, que no son de persona a persona, plantean nuevas preocupaciones sobre la exposición ocupacional.
Además, también hay casos inusuales como el primer humano infectado con Chondrostereum purpureum, un hongo anteriormente solo dañino para las plantas, y la tiña resistente a los medicamentos. Estos evidencian la creciente complejidad de las infecciones fúngicas en humanos y el motivo de preocupación en el organismo.
Para abordar esta creciente amenaza, la OMS publicó una lista de 19 hongos prioritarios que representan la mayor amenaza para la salud pública. La doctora Hanan Balkhy, subdirectora general de la OMS para la Resistencia a los Antimicrobianos, destacó la necesidad urgente de investigar y desarrollar intervenciones políticas para enfrentar esta nueva amenaza a la salud global.
Al salir de las sombras de la pandemia de resistencia bacteriana a los antimicrobianos, las infecciones fúngicas están creciendo y son cada vez más resistentes a los tratamientos, convirtiéndose en un problema de salud pública en todo el mundo» comentó la subdirectora.
Conforme las infecciones fúngicas se vuelven más comunes y resistentes al tratamiento, la falta de medicamentos antimicóticos y diagnósticos precisos destaca la urgencia de abordar esta problemática antes de que se convierta en una crisis global de salud pública.
NotiPress/Fernanda Martínez