Canadá modificó sus políticas migratorias, reinstaurando el requisito de visa para los ciudadanos mexicanos que deseen visitar el país, una medida que había sido eliminada en 2016. Este cambio, efectivo desde el 29 de febrero, marca un giro significativo en las relaciones entre ambos países y responde a un intento de controlar el flujo migratorio y las solicitudes de asilo.
La decisión de revocar la facilidad de entrada sin visa, que permitía a los mexicanos solicitar únicamente una autorización electrónica de viaje (eTA) para estancias cortas, se basa en el aumento de solicitudes de asilo por parte de ciudadanos mexicanos. Según el embajador canadiense en México, Graeme C. Clark, esta medida busca abordar las presiones sobre el sistema migratorio canadiense y sus servicios fundamentales.
El nuevo requisito de dos elementos de éxito en la relación con Estados Unidos y Canadá son el tema migratorio y la cooperación económica.
A pesar de este endurecimiento en los requisitos de entrada, Clark enfatizó que México y sus ciudadanos siguen siendo bienvenidos en Canadá, como muestra del compromiso de su país con una migración segura, ordenada y legal. Este enfoque busca proteger a los más vulnerables y garantizar que aquellos que soliciten asilo en Canadá lo hagan por motivos justificados y bajo verdadera necesidad de protección.
Así, el cambio de política migratoria representa un desafío tanto para los viajeros mexicanos como para las relaciones diplomáticas entre Canadá y México. En 2016, el primer ministro Justin Trudeau había eliminado el requisito de visa para los mexicanos, promoviendo un mensaje de apertura hacia la migración y los refugiados. Sin embargo, la situación actual refleja las preocupaciones de la sociedad canadiense respecto a la migración y su impacto en la vivienda y los servicios sociales. Los niveles de popularidad de Trudeau descendieron si se comparan los de 2024 y 2016.
NotiPress/Francisco Vicario