El Instituto Tecnológico de Massachusetts encontró una forma eficiente de aprovechar la levadura excedente que las cervecerías descartan en cantidades descomunales. Según la forma que los investigadores del MIT y Georgia Tech han ideado, la levadura podría reutilizarse para absorber el plomo del agua contaminada.
Esto se realizaría a través de un proceso llamado «biosorción» en el cual la levadura lograría absorber hasta trazas de plomo y otros metales pesados del agua. La levadura puede ser empaquetada dentro de cápsulas de hidrogel para crear un filtro el cual se podría utilizar para elimina el plomo del agua. Según los investigadores, los beneficios del filtro es que las células de levadura permanecen encapsuladas.
De acuerdo a Patricia Stathatou, profesional con postdoctorado en el Centro de Bits y Átomos del MIT y actual científica investigadora en Georgia Tech, «tenemos el hidrogel que rodea la levadura libre que existe en el centro, y es lo suficientemente porosa como para permitir que, entre agua, interactúe con la levadura como si se movieran libremente en el agua y luego salga limpia». Sobre la creación de este filtro, Stathatou explica que «el hecho de que la levadura en sí sea de origen biológico, benigna y biodegradable es una ventaja significativa sobre las tecnologías tradicionales».
Los orígenes del estudio se remontan a 2021 cuando Stathatou y Christos Athanasiou, profesor asistente de ingeniería aeroespacial en Georgia Tech, observaron que la levadura residual desechada de una sola cervecería en Boston era suficiente para tratar todo el suministro de agua de la ciudad.
Este procedimiento se puede realizar a través de la mencionada biosorción. Al notar que las células de levadura pueden unirse y absorber iones de metales pesados, los investigadores del MIT descubrieron que este proceso podría descontaminar el agua con bajas concentraciones de plomo. No obstante, en ese momento, no se lograba determinar cómo eliminar la levadura del agua. Fue entonces cuando Devashish Gokhale, estudiante graduado del MIT, se unió al proyecto aportando su propia investigación sobre el uso de hidrogeles para capturar microcontaminantes en el agua.
«Lo que decidimos hacer fue hacer estas cápsulas huecas, algo así como una píldora multivitamínica, pero en lugar de llenarlas con vitaminas, las llenamos con células de levadura», explicó Gokhale. La eficacia consiste en que «estas cápsulas son porosas, por lo que el agua puede entrar en las cápsulas y la levadura puede unir todo ese plomo, pero la levadura en sí no puede escapar al agua». Por lo tanto, la cápsula, la cual tiene aproximadamente medio milímetro de diámetro, se convierte en el elemento que faltaba para poder llevar a cabo el proceso de biosorción y así dejar el agua libre de metales.
NotiPress/Axel Olivares