Según el World Economic Forum (WEF), Malasia emerge como un potencial líder en la fabricación de semiconductores. La industria en el país asiático experimenta un auge en materia de estos dispositivos. De hecho, importantes empresas provenientes de Estados Unidos y Europa han comenzado a establecer nuevas instalaciones, o a mejorar las ya existentes, con el fin de construir cadenas de suministro globales resilientes para la fabricación de estos componentes.
Los semiconductores o microchips son utilizados en la actualidad para la producción de diferentes tecnologías tales como teléfonos móviles, computadores, autos eléctricos o drones. En medio de las batallas comerciales que el mundo acontece entre China y Estados Unidos, los semiconductores se han convertido en piezas esenciales para el desarrollo tecnológico.
A través de la empresa TSMC, Taiwán es una de las naciones que mayor cantidad de semiconductores produce, sin embargo, su fabricación en la isla se ve dificultada por su falta de autonomía ante China y las intenciones de esta última de acaparar el flujo comercial que Taiwán tiene con las potencias occidentales. El conflicto se complica aún más al tener en cuenta que Estados Unidos desarrolló políticas que restringen la producción y exportación china de semiconductores.
En efecto, las empresas comenzaron a recurrir a Malasia, sobre todo, a la ciudad de Penang, la cual en 2023 atrajo una cifra récord de inversiones extranjeras de 12.800 millones de dólares. La cifra supera a la cantidad total reunida entre los años 2013 y 2020.
De esta forma, entre las empresas líderes interesadas en invertir en el país del sudeste asiático se encuentra Intel. La empresa estadounidense, fabricante de circuitos integrados y procesadores, se ha comprometido con 7 millones de dólares para instalar una nueva planta en Penang. «Nuestra decisión de invertir en Malasia se basa en su diverso talento, infraestructura bien establecida y cadena de suministro sólida», dijo Aik Kean Chong, director gerente de Intel Malasia. Por otro lado, empresas como GlobalFoundries también establecen un centro en Penang, mientras que Infineon tiene planeado construir un tercer módulo de fabricación de obleas en Kulim.
La exportación de chips a Estados Unidos por parte de Malasia responde al 20%, una cifra que ha superado a otros países productores de semiconductores, entre ellos, Taiwán con el 15.1%; Vietnam con el 11.6%; y Corea del Sur con el 7.5%. Ante esta estrepitosa subida en la fabricación y exportación de este producto, el Gobierno de Malasia considera que el desarrollo de esta industria es un «objetivo crítico».
NotiPress/Axel Olivares